Antes de comenzar la inspección interna, observamos el estado de la estructura superficial de la red para comprobar el estado de la instalación.
Después, introducimos por el sistema de cañerías una cámara especial de inspección de tuberías con el objetivo de comprobar su estado y localizar posibles atascos, fugas de agua, fisuras o cualquier tipo de desperfecto en la estructura.
La inspección de tuberías nos permite localizar en qué punto exacto se encuentra el atasco o avería, incluso aunque esté profundo, sin necesidad de hacer aperturas innecesarias en las paredes.