El mal olor en el baño es un problema común que puede resultar molesto y desagradable. A veces, por más que se limpie, el olor persiste y genera incomodidad. Si te ha ocurrido, la clave para solucionarlo pasa por identificar el origen del problema y aplicar las medidas adecuadas para eliminarlo.
¿Cuáles son las principales causas de los malos olores en el cuarto de baño?
- El sifón del baño está seco o sucio. Los sifones evitan que los gases de las tuberías suban al aseo, pero si están sucios o no tiene suficiente agua, por ejemplo, debido a una falta de uso, pueden ser la fuente del mal olor en tu baño.
- Se han acumulado residuos en las tuberías. Cabellos, restos de jabón, desechos… Resulta habitual que acaben obstruyendo las tuberías si no tomas las medidas adecuadas.
- Hay fugas en el sistema de tuberías. Esto suele ocurrir cuando hay grietas en las conexiones o juntas deterioradas, sobre todo si las instalaciones ya cuentan con algunos años. Las fugas permiten la salida de gases que provienen de las aguas residuales y generan mal olor.
- La ventilación del baño es deficiente. Cuando no hay una correcta ventilación en el baño, puede acumularse la humedad, lo que favorece la aparición de moho y bacterias responsables de los malos olores. Este problema es más común en baños sin ventanas o con extractores de aire.
¿Cómo quitar el mal olor del drenaje del baño?
Has llegado a este punto del post para quitar el mal olor de tu baño lo antes posible. Es normal, ya que resulta desagradable. Aunque hay algunas cosas que puedes probar, en estos casos lo mejor es que avises a expertos en inspección de tuberías y desatascos para que verifiquen si el origen del problema se encuentra ahí.
No obstante, quizás te interese aplicar estas soluciones:
- Verificar y limpiar los sifones. Si el problema es un sifón seco, vierte agua en él. En el caso de que esté sucio, desmóntalo para retirar los desechos y limpiarlo.
- Usar productos desatascadores naturales. Mezclar bicarbonato de sodio con vinagre y verterlo en el desagüe ayuda a eliminar residuos acumulados.
- Mejorar la ventilación. Abrir las ventanas y utilizar extractores de aire ayuda a reducir la humedad y los olores.
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